Papayas para a la politiquería y no para la alimentación escolar

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Imagen: Ministerio de educación

Durante el último año hemos presenciado la pandemia nacional de lo más burdo de la politiquería y de la corrupción para apoderarse de los recursos públicos destinados al Programa de Educación Escolar (PAE); programa concebido mediante el Decreto No. 319 del 15 de febrero de 1941, firmado por el señor Ministro de Educación Nacional Jorge Eliecer Gaitán y del presidente de la época Eduardo Santos Montejo.

El propósito de este decreto sigue siendo hoy el mismo “aporte de la Nación para dotación y mantenimiento de restaurantes escolares”, sin embrago su focalización era para la educación primaria con énfasis en el sector rural y los antiguos territorios nacionales. En 1968 mediante la Ley 75 se crea el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), como era obvio esta entidad pública, encargada de todos los temas de infancia y adolescencia, asume las funciones de los restaurantes escolares mediante la ejecución del proyecto de Protección Nutricional y Educación Alimentaria en Escuelas Oficiales de Educación Primaria.

De manera inconstitucional el señor Presidente Juan Manuel Santos Calderón o por sugerencia de algunos de sus estrellas del Real Madrid, tal como comparó a su gabinete el día 7 de agosto de 2010 en el coctel de posesión de sus ministros, el Programa de Educación Escolar que llevaba 42 años en el ICBF, pasará nuevamente al Ministerio de Educación Nacional mediante el mico legislativo de la Ley 1450 (Plan Nacional de Desarrollo Nacional 2010 – 2014). Imagínense, les da semejante papaya a los varones electorales locales y regionales para que se roben los recursos del programa de alimentación escolar. Para nadie es un secreto que en las intríguelas políticas locales el cargo más disputado fue durante décadas la Secretaría de Salud, hoy en día en los departamentos y municipios descentralizados la disputa es por el cargo de Secretario de Educación.

Hoy este programa social es el más antiguo y el más cuestionado de toda la historia, superando a agro ingreso seguro; se ha convertido en la pandemia de la corrupción en el territorio nacional a cuestas de los niños y niñas desnutridos o que mueren por falta de agua y alimentos. Al respecto se presentan las siguientes reflexiones del problema estructural, no mediático, que concluye cada mes con capturas, entre ellas la del pasado 12 de abril del año 2015 contra el Alcalde de la ciudad de Aguachica, la segunda ciudad más importante del departamento del Cesar.

1. Eliminaron el espíritu comunitario del PAE: En sus orígenes el programa de alimentación escolar contaba con un fuerte componente de participación de las directivas de las escuelas, padres de familia y juntas de acción comunal. A pesar de no contar con la gran cantidad de recursos con los que hoy cuenta, de ausencias de espacios locativos de restaurantes escolareares y de no haber servicios de luz o gas natural; había un fuerte proceso comunitario y de voluntariado que garantizaba que lo poco que llegaba era bien invertido. Este proceso, inicialmente con el Ministerio de Educación y el ICBF, terminó cuando el Estado tomó la determinación de contratar a los operadores, es decir, quitar la corresponsabilidad de la comunidad y convertir el programa en un negocio privado, que con el trascurrir del tiempo los grupos políticos de derecha, izquierda y centro empezaron a crear sus propias fundaciones o apoyar a aquellas que les daban el 10%, 15% y hasta el 25% por ciento de los recursos contratados, garantizando también los votos locales, regionales y nacionales.

2. La incidencia del PAE en las elecciones presidenciales: En la reelección del ex presidente Álvaro Uribe muchos de los operadores seleccionados eran los cercanos a los congresistas que dieron vía libre a la reelección o que apoyaron la contienda electoral en favor del expresidente. En la primera elección del presidente Juan Manual Santos se engrasaron los contratos de los operadores del PAE para sacar adelante la elección del presidente “Juanma” y en su reelección se repartió a diestra y siniestra la mermelada; no para la alimentación escolar sino para los políticos y mandatarios locales que se colocaron la camiseta reeleccionista del presidente Santos. No en vano, en la segunda vuelta reeleccionista a “Junama” lo salvó los votos de la Costa Caribe, la misma región que según datos de la propia Contraloría General de la República, presenta los mayores y más graves hallazgos fiscales al programa de alimentación escolar. Ojalá la unidad de descontexto de la Fiscalía General de la Nación cruzara las variables que aquí se plantean.

3. El PAE en el lugar equivocado: El PAE duró los primeros 27 años bajo la coordinación del Ministerio de Educación Nacional y 43 años en manos del ICBF y volvió desde el año 2011 al Ministerio de Educación Nacional, mediante el procedimiento ilegal de dar esta atribución en la Ley 1450 (Plan Nacional de Desarrollo Nacional 2010 – 2014), Plan que ya se venció. El programa, cuando estuvo en manos del ICBF, funcionó muy bien hasta que decidieron implementarlo por intermedio de los operadores, que en otras palabras es contratar la prestación del servicio a un particular con ánimos o sin ánimo de lucro.

A pesar de la equivocación de terciarizar la atención del PAE, cuando estaba al interior del ICBF, había una gran muralla de contención en ese Instituto que trataba de evitar el colapso que hoy lo tiene inmerso; pues hay en el ICBF una experticia, idoneidad y amor por los niños y niñas en Colombia, no solo en la sede nacional sino en cada una de las más de 100 sedes u oficinas regionales seccionales. EL ICBF fue creado para manejar estos programadas y cuenta con expertos nutricionales, antropólogos, sociólogos y departamentos de logística que hoy no lo tienen ni el Ministerio de Educación Nacional, ni las secretarias de educación departamental y municipales, descentralizadas que son coautoras intelectuales del robo a los alimentos escolares en Colombia.

Hoy en un ambiente polarizado donde todos están dedicados a defender o atacar el proceso de Paz con las FAR –EP; no hay espacios reales de analizar estructuralmente, lo que ocurre con los programas sociales del Estado, todo es malo para la oposición o todos es bueno para los gobiernistas; al fin y al cabo todos han comido del plato del programa de alimentación escolar, es por ello que me permito solicitar el favor se detengan a pensar en estas propuestas de solución más haya si creen que es justo o injusto los análisis expuestos:

1. EL PAE VUELVE A CASA: EL Programa de Alimentación Escolar debe de manera inmediata volver al ICBF. Es la entidad más idónea y tiene la experticia para hacerlo. Si el Gobierno no lo hace estaré interponiendo acción de inconstitucionalidad ante la Honorable Corte Constitucional, entre otros argumentos por que el Plan de Desarrollo 2010 – 2104 no aplica a la fecha.

2. REINGENIERÍA DEL PAE: El programa requiere cuatro ejes en la reingeniería. El primero es volver a su espíritu comunitario, el segundo es el fortalecimiento de las economías locales, es decir, las compras las deben hacer los departamentos de logísticas regionales del ICBF con el apoyo de la sede Nacional, el tercer eje es impregnar en todo el proceso el enfoque diferencial territorial y étnico y el cuarto es incorporar el componente del agua en la canasta alimenticia del programa. La primera forma de evitar la desnutrición es que haya agua para proteger, almacenar, cultivar y consumir.

3. EL NUEVO ICBF: Es la entidad más querida en toda su historia, pero hoy puede ser la más odiada por todos los escándalos que viene atravesando. Es por ello que se requiere un gran acuerdo político nacional para realizar las grandes reformas que ella está pidiendo; entre ellas que el director o directora nacional al igual que los directores regionales y seccionales, que son los que más aportan al clientelismo electorero regional y nacional, sean nombrados sin el libre nombramiento y remoción y que su escogencia esté libre de la politiquería; para ello se sugiere que la UNICEF y las universidades realicen el procedimiento. Acabar con la desprotección a los niños, niñas, jóvenes y adolecentes es sacar la politiquería del ICBF.

Edwar Álvarez Vacca
Experto en temas humanitarios, ambientales, territoriales y étnicos
Ex consultor ICBF