OPINIÓN Todo lo sucedido esta semana en el caserío de San Isidro parece ser la continuación de un drama harto conocido. Hay viejos y nuevos personajes pero el libreto no ha cambiado y cada uno hace su papel como mejor puede.
OPINIÓN Todo lo sucedido esta semana en el caserío de San Isidro parece ser la continuación de un drama harto conocido. Hay viejos y nuevos personajes pero el libreto no ha cambiado y cada uno hace su papel como mejor puede.