Foto: Carlos Caicedo y Gustavo Petro.
/ Por Reina Lucía Valencia*. Gustavo Petro, alcalde de Bogotá, y Carlos Caicedo, alcalde de Santa Marta, viven situaciones muy parecidas en sus administraciones a pesar de los casi 1,000 kilómetros de distancia que los separa. Relaciones distantes con el Concejo, inestabilidad del gabinete y dificultades con los medios son algunos de los escenarios que cada uno ha construido en sus respectivas ciudades. ¿Qué factores explican dicha realidad?
El primero de ellos tiene que ver con el hecho de que ambos tuvieron un pasado guerrillero y llegaron a la política de la mano de un proceso de paz. Petro hizo parte del M-19 y Caicedo de la Corriente de Renovación Socialista, disidencia del Eln. Este pasado resulta imperdonable para algunos sectores y aunque en apariencia hay una mayor apertura, la verdad es que la vara con la que se les mide es mucho más crítica que para el resto de gobernantes.
Otro factor es el espíritu de cambio que enarbolaron Petro y Caicedo en las campañas electorales y que han querido materializar como gobernantes, encontrándose con muchas resistencias y presiones de fuerzas con poderosos intereses y con manifiestas intenciones de que las cosas sigan como venían.
Un año después de haberse posesionado como alcaldes, estos dos exguerrilleros afrontan múltiples cuestionamientos por la manera cómo gobiernan en sus respectivas ciudades. ArcoIris.com.co inicia una serie de publicaciones sobre ambos mandatarios, en los cuales se reflejan diversos puntos de vista.
La manera de hacer política es un tercer factor. Ambos mandatarios llegaron con formas distintas para relacionarse con el Concejo y con la clase política. Las viejas prácticas las hicieron a un lado, generando mucho malestar y desconcierto en la clase política tradicional.
Un quinto factor es la inexperiencia administrativo. A ellos les cabe la ciudad en la cabeza y lo que quieren hacer como alcaldes, apuntando a modelos de ciudad más incluyentes, sociales, ambientales y progresistas; sin embargo, lo que no logran resolver con claridad es el cómo.
Además de estos factores en contra de dos alcaldes tan controversiales también cuentan los errores que han sido bien señalados por los contradictores como los personalismos en la manera de gobernar, con tintes autoritarios y explosivos; la improvisación a la hora de enfrentar ciertas coyunturas locales y nacionales; y la arrogancia y falta de humildad para reconocer los errores, entre otros.
Aunque muchos son los que consideran que sus alcaldías no avanzan, recordemos que apenas se cumplió un año del triunfo electoral y que estamos a 10 meses de iniciado los gobiernos locales. Resta un poco más de tres años para que Petro y Caicedo construyan un camino para resolver los problemas de la ciudad y superar sus propios egos.
*Periodista del portal ArcoIris.com.co