Coca Cola y Nestlé se rajaron

La organización internacional Oxfam acaba de publicar un estudio en el cual encontraron que las políticas sociales y medioambientales de las diez mayores empresas de alimentación y bebidas del mundo, no se adaptan al que debe ser su propósito actual: respetar los derechos básicos de los millones de personas de los países en desarrollo que les proporcionan tierra, agua, mano de obra y materias primas para elaborar sus productos.

Entre las compañías que en conjunto ganan 1.000 millones de dólares al día se encuentran Coca Cola, Pepsico, General Mills, Nestlé, Unilever Associated British Foods (ABF), Danone, Kellogg’s, Mars y Mondelez.

«Ninguna de las 10 mayores empresas de alimentación y bebidas está siendo lo suficientemente rápida a la hora de poner fin a un legado de más de cien años durante los cuales se han beneficiado de una tierra y una mano de obra muy barata que les ha permitido elaborar sus productos a gran escala, obteniendo enormes beneficios pero con un elevado costo social y medioambiental. Ninguna de estas empresas ha obtenido una buena puntuación total. Todas ellas tienen aún mucho por hacer”, señaló Jeremy Hobbs, director ejecutivo de Oxfam Internacional.

El estudio en general evidenció que aunque algunas de las 10 Grandes ha manifestado de forma pública su compromiso con la defensa de los derechos de las mujeres, ninguna se ha comprometido a acabar con la discriminación que éstas sufren en sus cadenas de suministro.

Ninguna de las empresas cuenta con políticas adecuadas para proteger a las comunidades locales contra el acaparamiento de tierras o de agua a pesar de que todas ellas utilizan materias primas (como el aceite de palma, la soja o el azúcar) para cuya obtención a menudo se violan los derechos sobre la tierra de las personas. Ni una sola de estas empresas ha manifestado una «tolerancia cero» contra el acaparamiento de tierras en sus cadenas de suministro.

Un estudio muestra que de las 10 multinacionales alimentarias y de bebidas más grandes del mundo, ninguna de ellas respeta los derechos básicos de quienes participan en la cadena de producción de los productos.

Las 10 empresas no son lo suficientemente transparentes en relación a sus cadenas de suministro agrícola, lo cual dificulta la comprobación de la veracidad de sus declaraciones en cuanto a su «sostenibilidad» y «responsabilidad social». Nestlé y Unilever son quienes proporcionan una mayor información en relación a los países de los que se abastecen, pero ninguna empresa proporciona suficientes datos sobre sus proveedores.

En términos generales, todas las empresas están incrementando su eficiencia hídrica pero casi todas han fracasado a la hora de poner en práctica políticas para limitar su impacto sobre los recursos hídricos locales. Tan sólo Pepsi ha reconocido públicamente que el agua es un derecho humano y se ha comprometido a llevar a cabo procesos de consulta con las comunidades locales. Nestlé ha desarrollado unas directrices a seguir para sus proveedores en relación a la gestión del agua y obtuvo una de las mejores puntuaciones en cuanto a políticas relativas al agua.

Todas las empresas han emprendido acciones para reducir sus emisiones directas pero sólo cinco –Mondelez, Danone, Unilever, Coca-Cola y Mars– han hecho públicas sus emisiones agrícolas asociadas a sus productos. Únicamente Unilever se ha comprometido a reducir a la mitad sus emisiones de carbono para el 2020. Ninguna de las empresas ha desarrollado aún políticas para ayudar a los agricultores y agricultoras de sus cadenas de suministros a desarrollar su resiliencia ante la amenaza del cambio climático.

Tampoco ninguna se ha comprometido públicamente a pagar un precio justo a los agricultores y agricultoras ni a poner en práctica acuerdos comerciales más equitativos en sus operaciones agrícolas. Sólo Unilever –que obtuvo la mayor puntuación en relación a sus operaciones comerciales con los agricultores a pequeña escala– cuenta con directrices específicas para hacer frente a algunas de las cuestiones clave a las que se enfrentan las familias campesinas.

Oxfam desarrolló un índice para analizar las políticas sociales de estas empresas puntuando sus procesos, hallando como resultado que las compañías con peor puntaje fueron: ABF (19%), Kellogg’s (23%) y General Mills (23%). Mientras que Coca-Cola (41%), Unilever (49%) y Nestlé (54%) son las empresas a las que mejor les fue, sin haber pasado la prueba.