Informe sobre políticas de drogas No. 42 : Drogas, conflicto armado y paz

«Este informe analiza el resultado de los acuerdos parciales sobre drogas que se adelantan en La Habana entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia FARC y el Gobierno colombiano tomando como base el comunicado conjunto emitido el pasado 16 de mayo de 2014 en la antesala de la primera vuelta electoral para la elección presidencial. Luego de una breve introducción sobre el tema de las drogas en el marco más amplio de las conversaciones de paz, el informe examina el tratamiento que da el acuerdo al tema de los cultivos ilícitos, al consumo de drogas y al narcotráfico.

Finalmente hace una evaluación de los avances del acuerdo frente a la relación entre drogas y conflicto.Una de las principales características de la economía ilegal de las drogas en Colombia es su articulación y crecimiento en el escenario de un prolongado conflicto armado. Esta situación hizo de las drogas una economía de guerra usada tanto por grupos guerrilleros, como por estructuras privadas ilegales que se reclamaban como parte de una estrategia contrainsurgente diseñada y apoyada por élites regionales y organismos de seguridad estatal. Los diferentes grupos armados han obtenido importantes beneficios por el control de territorios, lo que les ha facilitado la prestación de servicios de protección y la apropiación de excedentes por su rol como intermediarios en los mercados de pasta básica de cocaína (PBC), su participación en el procesamiento, la diversificación de rutas e incluso, el desarrollo de nexos con grupos de traficantes de peso transnacional. La compra de tierras facilitó la legalización de capitales de origen ilegal y generó una articulación y transformación de las dinámicas socioeconómicas y de los procesos políticos, principalmente electorales, del nivel regional.

De este modo se configuraron arreglos para el control de territorios que han facilitado la pervivencia de grupos sociales que proceden de prácticas ilegales y que hoy dominan en una simbiosis funcional con la estructura de poder legal.La diversidad de actores de la guerra involucrados en el narcotráfico creó un escenario complejo dentro del cual las guerrillas son sólo un aspecto parcial del problema. La economía criminal mantiene sus dinámicas de funcionamiento independientemente de quién controla la seguridad en las zonas productoras.Es en este escenario que desde agosto de 2012 el Gobierno de Colombia y las FARC adelantan conversaciones para poner fin al conflicto armado, como fase inicial de un proceso estratégico de construcción de paz que debería plasmarse en la realidad de los territorios en donde se desarrolla el conflicto. El punto cuarto de la agenda de conversaciones acordada, es el tema de la “solución al problema de las drogas ilícitas”. A continuación observaremos las características del acuerdo presentado por las partes el pasado 16 de Mayo.»