IMAGINA: Informe Enero-Junio 2014 Sistema de Información sobre Agresiones contra Defensores y Defensoras de Derechos Humanos en Colombia – SIADDHH

Bogotá D.C. 17 de agosto  de 2014 – Comunicaciones Programa Somos Defensores

Un clamor nacional por la paz, nos inspira a pensar que es posible un país en diferente a pesar de la crueldad de la guerra. Ese es el mensaje del más reciente informe del Programa Somos Defensores, con cifras   que merecen análisis: bajan los homicidios, suben las demás agresiones.

2014 y su primer semestre nos arroja en principio noticias diversas: movilización social por la paz, la continuidad de los diálogos en La Habana, pero incremento del 20% en las agresiones contra defensores de derechos humanos en comparación con el mismo periodo de 2013 (pasamos de 154 agresiones en 2013 a 194 en 2014); por otra parte una cifra que nos llena de esperanza: disminución de los homicidios en un 18%.

Pese a este complejo panorama en que la vida de los defensores y defensoras de derechos humanos en Colombia es agredida cada vez más y con consecuencias fatales, este Informe enero – junio 2014 del Sistema de Información sobre Agresiones contra Defensores y Defensoras de Derechos Humanos – SIADDHH, del Programa Somos Defensores, está dedicado especialmente a la memoria de los 30 defensores y defensoras de DD.HH. que fueron asesinados en los primeros 6 meses del año, pero también a mandarle al país entero un mensaje de esperanza por alcanzar la paz en medio de las dificultades; una invitación a IMAGINAR un país diferente y tomar parte en los cambios necesarios.

Un total de 194 agresiones individuales contra defensores(as), discriminados en 105 amenazas, 30 asesinatos, 29 atentados, 18 detenciones arbitrarias, 7 casos de uso arbitrario del sistema penal,  4 de robo de información y un defensor desaparecido marcan la tendencia en 2014. Según el SIADDHH, en la mayoría de los casos los presuntos responsables señalan a grupos Paramilitares con un 50% de los casos, mientras en 31 % corresponde a Desconocidos. La presunta participación de paramilitares en agresiones contra defensores de derechos humanos se incrementó cerca de un 5% con respecto al año anterior.

En promedio, entre enero y junio de 2014, cada día fue agredido un defensor(a) y cada 6 fue asesinado uno de ellos. El informe también señala que de las 194 agresiones individuales registradas en el Sistema de Información, los departamentos que cuentan con mayor número de agresiones contra líderes y defensores  son Valle del Cauca (paso de 17 en 2013 a 34 casos en 2014), seguida de Santander (paso de 18 en 2013 a 25 casos en 2014) y Atlántico (paso de 11 en 2013 a 17 casos en 2014).

Las cifras completas del Sistema de Información de Agresiones contra defensores y defensoras de derechos humanos en Colombia SIADDHH para el periodo enero – junio 2014 y otros periodos pueden ser consultados en www.somosdefensores.org

«Los seis primeros meses de 2014  significaron para Colombia, un pulso importante. Un pulso por la continuidad de la guerra o por la solución política y negociada del conflicto armado que desangra hace 50 años al país. En ese pulso, el movimiento social y de derechos humanos fue determinante para decirle NO a la continuidad de la guerra, reafirmando una convicción por la paz.

La segunda vuelta presidencial fue, ciertamente, el culmen de ese forcejeo político. En ella se impuso la movilización social para cerrarle el camino a la guerra.

En medio de la angustia de votar por un candidato presidente neoliberal, gran parte de los ciudadanos votaron por la esperanza de silenciar los fusiles e imaginar un país en paz. Y precisamente esto último fue lo que nos dejaron estos 6 meses en la lucha por los derechos humanos en Colombia, una ilusión; la ilusión de empezar a imaginar un país distinto, a pesar del oportunismo político de ambos candidatos, a pesar de la precariedad en la garantía a los derechos fundamentales luego de 12 años de implementación de la Política de Seguridad Democrática y sus desarrollos regionales, como los planes de consolidación territorial. Los defensores y defensoras tenemos la esperanza, no en un gobierno, sino de la posibilidad de contar con la esquiva opinión pública nacional para el respaldo de una paz negociada y la superación del conflicto armado.

En ese contexto, el presente informe se inscribe en la misma pretensión del movimiento social y de derechos humanos, de dar un voto de confianza a la intensión mancomunada de la paz, invitando a todos y todas a imaginar, a pensar un país en paz, pero sobre todo, a participar con propuestas y acciones en la materialización de lo que hoy imaginamos. Y aún, en medio del optimismo y la apuesta política por la paz, debemos seguir dando cuenta de la realidad que significa la situación de líderes sociales y defensores de DDHH en las regiones del país, donde se cruzan diversos aspectos que no favorecen el ambiente para el ejercicio del liderazgo social y la labor de defensa de los derechos humanos.
Entre ellos se puede identificar: los escenarios de protección son inestables y débiles, pues como se dijo en el Informe “Protección Al Tablero”1, las mismas autoridades locales no tienen claridad de la política existente, además de la fuerte centralización en Bogotá; los retos ante futuros acuerdos de paz entre gobierno y guerrilla generan incertidumbre de los impactos que puedan tener en los territorios; la salida próxima de las cárceles de paramilitares por pena cumplida, también ha disparado las alarmas  por las posibles retaliaciones frente a sus víctimas, e incluso, entre ellos mismos, o la potencial realidad de que vuelvan a sus actividades criminales y  delincuenciales, favorecidos además por  la debilidad institucional en las regiones.

Pues bien, en medio de esas realidades, el primer semestre de 2014, las agresiones contra líderes y defensores/as se incrementaron en un 20%, pero los homicidios bajaron en un 18%, lo cual es un buen indicador.»

Leer informe: http://www.somosdefensores.org/attachments/article/89/INFORME%20

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