¿Está la reconciliación en la agenda de los candidatos presidenciales?

Si bien para la mayoría de los colombianos es más o menos clara cuál es la posición de los candidatos frente al proceso de paz, la mayoría no conocen con detalle cómo resolverían puntos claves de la negociación, que pueden llegar a ser cruciales en el momento de la firma de un acuerdo definitivo.

¿Mantendrán el proceso de paz y al actual equipo negociador?, ¿Permitiría que a los miembros de las Farc se les impongan penas alternativas que no impliquen ir a la cárcel? ¿Estaría de acuerdo con la realización de una Asamblea Constituyente?, son algunas de las preguntas que les formuló Reconciliación Colombia, para establecer sus diferencias frente a lo que ocurre en La Habana.

Además, más allá del proceso, quisimos averiguar con cada uno de ellos cómo se imaginan la reconciliación.

Lamentablemente, el candidato Oscar Iván Zuluaga no respondió a las preguntas que le enviamos. Sin embargo, en reiteradas ocasiones ha expuesto su posición crítica frente al proceso de paz. Incluimos las respuestas que dio el candidato en el debate realizado por Noticias RCN, RCN Radio, La Fm y Revista Semana y en su última entrevista con el programa Hora 20 de Caracol Radio.

1. ¿Mantendría el proceso de paz con las Farc? ¿Lo haría con el equipo negociador actual?

Martha Lucía Ramírez

Sí mantendría el proceso de paz pero con condiciones humanitarias. Le mostraré al país todo lo que se ha acordado para que el proceso sea de frente a los colombianos. Las Farc deben entregar un mapa con los campos minados, anualmente más de 800 colombianos han sido víctimas de las minas antipersonales y hoy Colombia es el mayor país con minas. También debemos sacar a los niños de la guerra, las Farc debe detener el reclutamiento de menores de edad, hoy casi 7.000 niños están en los grupos armados. Después de analizar lo que hasta ahora se ha discutido pondremos un límite de tiempo para llegar a los acuerdos finales, porque este proceso ya lleva 4 años. En cuanto al equipo negociador, lo mantendría, pero lo reforzaría con Camilo Gómez.

Enrique Peñalosa

Si, hemos dicho que mantendremos el proceso en La Habana porque consideramos conveniente terminar el conflicto armado. Mantendremos el equipo negociador actual porque es idóneo y no queremos dar excusas adicionales a las FARC para dilatar las negociaciones. Pero siempre hemos rechazado las acciones de las FARC que tanto daño le han causado al país.

Juan Manuel Santos

Ser cadete y Ministro de Defensa me enseñó que la primera virtud de un soldado y de un hombre de Estado es saber cuándo es necesario hacer la guerra, pero sobre todo, cuándo hacer la paz. Ese momento ha llegado: después de ser el colombiano que le ha dado los golpes más duros a las FARC en toda su historia, obligándolos a negociar, ahora estamos adelantando un proceso de paz, que va bien, como lo demuestra el reciente acuerdo sobre el tercer punto de la agenda: el del problema de las drogas ilícitas. Ya pasamos la línea media. Nunca habíamos llegado tan lejos en un proceso de esta naturaleza con las FARC. Mi esperanza es culminar esta trascendental tarea en el primer año de mi segundo mandato, y abrir el camino a la primera generación en paz en Colombia. Tengo absoluta confianza en el equipo negociador, sé que son los mejores para seguir avanzando y lograr la paz que no solo queremos sino necesitamos.

Clara López

Los diálogos de paz tienen todo nuestro respaldo y de firmarse los acuerdos en la Habana, iniciaríamos una etapa de transición para la construcción de la reconciliación y la paz, lo que no sería posible si no abordamos una agenda de profundas transformaciones económicas, sociales y políticas; y de reformas estructurales. La construcción de paz y la reconciliación serán las directrices del postconflicto y será imperativo en cada escuela, colegio o universidad crear una cultura de paz, tarea titánica con un profundo contenido humano que asumirá el gobierno, porque involucra el respeto a la vida, a la dignidad y la integridad física, cultural y sicológica de todos y todas.

Óscar Iván Zuluaga

Yo me posesiono el 7 de agosto. Decreto una suspensión provisional de los diálogos en La Habana. Le doy 8 días de plazo a las Farc para que decida. Si quiere una paz negociada, tiene que suspender toda acción criminal contra los colombianos de bien. Esa es una condición única y tiene que ser una suspensión verificable”.

2. ¿Exigiría un cese al fuego unilateral o aceptaría un cese bilateral con las Farc?

Martha Lucía Ramírez

El cese de fuego y hostilidades debe ser por parte de las FARC pues nuestras Fuerzas Militares no pueden suspender las acciones en el territorio colombiano. Desde luego si el proceso de paz se concreta se buscaran las garantías necesarias para que los guerrilleros que hacen parte de este puedan dar el paso a la reintegración con tranquilidad.

Enrique Peñalosa

No aceptaríamos un cese bilateral, porque las Fuerzas Armadas deben actuar con toda su capacidad en contra de los grupos al margen de la ley. Un cese unilateral por parte de las FARC le daría mayor apoyo al proceso.

Juan Manuel Santos

Mientras no se suscriba un acuerdo final, la ofensiva militar sigue en pie, porque no vamos a permitir que las conversaciones se utilicen para ganar ventajas estratégicas. El Estado no puede renunciar a la protección y defensa de sus ciudadanos. Por eso hemos reiterado que no bajaremos la guardia, y no lo hemos hecho.

Clara López

Debe iniciarse un cese al fuego por parte de las FARC y después que este absolutamente verificado, posteriormente plantearemos la necesidad de un cese al fuego bilateral acompañado de un cronograma convenido para la pronta finalización de las negociaciones y la firma de los acuerdos. Para consolidar los acuerdos se implementará el mecanismo de refrendación que se acuerde, al cual dedicaremos el mejor de nuestros esfuerzos para contribuir a su aceptación por parte del pueblo colombiano.

Óscar Iván Zuluaga

“Las Farc son el principal cartel de narcotrafico del mundo y todos los días cometen acciones terroristas y ataques a la población. Yo pongo una condición para continuar con el proceso de paz: el cese de todos los actos de guerra”.

3. ¿Aceptaría que las Farc paguen penas alternativas y no tengan que ir a la cárcel? ¿Si hay algún tipo de beneficio jurídico para las Farc, los militares presos también deben tener uno equivalente?

Martha Lucía Ramírez

En un proceso de paz se debe acudir a la justicia transicional, la cual antes que transicional es justicia. Ese concepto no se puede desnaturalizar, no me imagino a Timochenco prestando un servicio social o sembrando arbolitos después de cometer delitos de lesa humanidad. Los colombianos esperan un acuerdo que sepa a justicia y tenga aroma de dignidad. Con relación a los militares, hay que diferenciar los que han cometido delitos comunes y han abusado de su condición, de aquellos que están procesados o condenados por delitos relacionados con el conflicto. A estos últimos se les debe revisar su situación jurídica, porque son quienes se han sacrificado por nosotros.

Enrique Peñalosa

​Si. Estamos de acuerdo con la imposición de penas alternativas pero respetando las limitaciones que ha señalado la Corte Constitucional en el sentido que no todas las penas se pueden suspender porque ello depende de la gravedad de los delitos. Por supuesto los militares deben tener un tratamiento similar cuando se trate de acciones relacionadas con el conflicto.

Juan Manuel Santos

El logro de la paz –en este y cualquier otro proceso de esta naturaleza– implica buscar alternativas creativas que posibiliten suscribir un acuerdo, sin que esto signifique, en ningún momento, impunidad frente a delitos de lesa humanidad o crímenes de guerra cometidos de manera sistemática.

Clara López

El proceso de paz va de la mano de implementar un sistema de justicia transicional al cual deben acceder todos los actores del conflicto. Cuando surjan contradicciones entre derechos opuestos debe ser la ley y no la violencia ni la influencia política la encargada de resolverlas, por lo que la cultura de paz exige un sistema judicial impoluto, realmente justo, ciego al poder y al dinero, estricto pero misericordioso, que solamente una democracia auténtica puede construir y aplicar. Esa reforma democrática de la justicia será una de las prioridades de nuestro Gobierno Alternativo.

Óscar Iván Zuluaga

“Estoy de acuerdo con bajar las penas, pero no a los máximos culpables y cabecillas”.

4. ¿Aceptaría que miembros de las Farc puedan llegar al Congreso?

Martha Lucía Ramírez

Con armas bajo ninguna circunstancia, los colombianos tienen que tener la seguridad de que las Farc nunca van a volver a tomar las armas, porque armas y política son absolutamente incompatibles. Además, la posibilidad de llegar al Congreso solo la deberían tener quienes no hayan cometido crímenes de lesa humanidad.

Enrique Peñalosa

Es un tema propio de la negociación. Quienes finalmente decidirán si se acepta o no son los colombianos que decidirán sobre todo el texto del Acuerdo en un referendo.

Juan Manuel Santos

El tema no se ha discutido todavía y, al final, esta decisión no estará en mis manos sino en la de todos los colombianos, que podrán refrendar o negar el acuerdo final que salga de La Habana.

Clara López

El pueblo colombiano ha vivido al vaivén de la violencia estimulada por los sectarismos; es necesario que en el congreso estén representados todos los intereses y los actores.

Óscar Iván Zuluaga

“No los máximos cabecillas y jefes. Ellos deben pagar y no pueden ir a política. Quiero una paz que respete la justicia”.

5. ¿Aceptaría que el proceso de paz concluya en una constituyente?

Martha Lucía Ramírez

No, la estabilidad constitucional hace que la constituyente sea inconveniente. Si la preocupación de la guerrilla es su estabilidad legal, en el post conflicto se pueden encontrar mecanismos diferentes para garantizarla.

Enrique Peñalosa

​No.​

Juan Manuel Santos

No creo que el medio más adecuado para convalidar los acuerdos sea una constituyente. Hay otros mecanismos de consulta democrática más idóneos para la refrendación, y que no se conviertan en una caja de pandora, donde se terminen incluyendo temas más allá de los convenidos.

Clara López

Más allá de una constituyente la construcción de la paz y la reconciliación serán las directrices que se asumirán en el postconflicto, lo cual significa no solamente la reparación de las víctimas, la restitución de sus tierras y el compromiso ineludible con la verdad y la garantía de no repetición, sino afrontar la crisis humanitaria de enormes proporciones que padece la población que ha recibido en su territorio las peores manifestaciones del conflicto. Por eso, y haciendo eco de las conclusiones de la Comisión de Memoria Histórica, se elaborará un plan de emergencia humanitaria para los doscientos municipios más afectados por la guerra interna.

Óscar Iván Zuluaga

No se refirió al tema en el debate.

6. ¿Cree que acabar el conflicto con las Farc lleva al país a la Reconciliación? ¿O qué faltaría?

Martha Lucía Ramírez

La verdadera paz no es simplemente la firma de un acuerdo en la Habana, tenemos también que derrotar dos grandes enemigos, la corrupción y el narcotráfico. La reconciliación se va a lograr cuando erradiquemos esos males y las oportunidades de progresar estén al alcance de todos; cuando los colombianos se sientan seguros en las calles y veredas, puedan acceder a la educación, tengan un empleo digno, cuenten con un sistema de salud eficaz y una justicia que funcione.

Enrique Peñalosa

Acabar el conflicto es importante para la reconciliación nacional, pero no es el único factor. La verdadera Paz se logra con un Estado que esté presente en todo el territorio nacional y con un gobierno alejado de los vicios de la politiquería y que en verdad ayude a los colombianos a solucionar sus problemas.

Juan Manuel Santos

Acabar el conflicto con las FARC es el primer paso, y uno muy importante, hacia la reconciliación. La sociedad colombiana necesita perdonar y sólo se puede lograr esto a través de la verdad, la justicia y la reparación integral a las víctimas. Pero seguirá un camino largo. Calculamos que puede ser prácticamente una década en la que la sociedad colombiana se dedique a ampliar sus vías democráticas, a reparar sus víctimas y a generar proyectos productivos que permitan la adecuada reinserción de los desmovilizados, partiendo del aporte de las mismas regiones y comunidades. Dicho en otras palabras: hay que parar el conflicto para ponernos a construir la paz, y eso es lo que haremos.

Clara López

Nuestro Gobierno se propone estatuir como objetivo principal ayudar a cimentar una cultura de paz, es decir, una cultura de la tolerancia y el respeto, capaz de transformar radicalmente la concepción intolerante y discriminatoria que se ha tenido en las relaciones sociales. Creemos que estas no pueden ser de violencia y de fuerza sino de comprensión, solidaridad y de respeto por la diferencia, las creencias y los sentimientos de vecinos y de contradictores. Al asumir el poder el 7 de agosto de 2014, se comenzará un proceso pedagógico para desmontar el odio y sustituirlo por tolerancia y aceptación del otro. Después de ese proceso de mitigación de los estragos que ha dejado el rencor, se convocará al país a la formulación e implementación de un acuerdo nacional que haga explícito el compromiso de todos los ciudadanos y ciudadanas de deponer el uso ilegítimo e ilegal de las armas como mecanismo de resolución de los problemas que enfrentamos y de trabajar conjunta y solidariamente por encontrar los caminos adecuados para el logro de la paz permanente con justicia y dignidad.

Óscar Iván Zuluaga

“Propongo una ambiciosa política de educación para los más pobres y una política para rentabilizar el campo. Es que la paz no puede depender sólo de complacer a las FARC, sino de buscar la justicia social para todos los colombianos”.

Tomado de: http://www.reconciliacioncolombia.com/historias/detalle/226