Iconografía de la memoria en Nariño

 

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«Es posible afirmar desde los resultados obtenidos que la memoria tiene la posibilidad de ser un acto de dignificación de las víctimas y un proceso político para la transformación de la sociedad colombiana»

Pasto le apuesta a la construcción de paz por medio de la memoria, desde el territorio y para el país.

Durante tres días, 4, 5 y 6 de noviembre, la capital nariñense, recibió trece iniciativas de memoria del conflicto armado de todo el departamento, para compartir los saberes, experiencias y resistencias en el marco de la “Semana itinerante de la memoria, Expresiones plurales”.

La “Semana itinerante de la memoria”, fue organizada por la Mesa Departamental de Víctimas de Nariño, La Gobernación de Nariño, el Centro Nacional de Memoria Histórica, con el apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones –OIM- y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional –USAID-.

Por medio de la danza, el canto, el teatro, las instalaciones artísticas, el tejido, la poesía y las galerías de la memoria, los habitantes de Pasto compartieron con comunidades afectadas por el conflicto que han encontrado en las expresiones artísticas una forma de interpelar a la sociedad para que entienda la importancia de defender la vida y la dignidad de las víctimas.

Una de esas iniciativas fue presentada por la Corporación Nuevo Arco Iris – Capítulo Nariño “Iconografía de la memoria“, investigación realizada por el diseñador gráfico Carlos Andrés Erazo Obando, que tiene como propósito reivindicar la estética y la poética de las expresiones artísticas de personas víctimas del conflicto social y armado en Nariño; la producción gráfica en su conjunto la componen 64 carteles que se construyeron a partir de los textos, trazos y testimonios de un grupo de mujeres; lo cual permitió identificar y analizar aspectos simbólicos que hacen parte de las experiencias, vivencias y recorridos desarrollados en su contexto geográfico, social, económico, político y cultural. La creación de una iconografía responde a la necesidad de hacer visible su situación así como propiciar una reflexión acerca del respeto y la restitución de sus derechos, y las garantías de no repetición de los hechos de victimización que las afectaron.

Se destaca entre las conclusiones de la investigación que “Se evidenció el hecho de que es posible la construcción de memoria histórica a partir de las propias voces de las víctimas, donde los espacios que se proponían como talleres creativos tenían el propósito de generar una relación de confianza entre participantes e investigadores para obtener información de vital importancia y así poder construir colectivamente una propuesta visual que apunta a la generación de reflexión colectiva ante la problemática social de Colombia.

También es posible afirmar desde los resultados obtenidos que la memoria tiene la posibilidad de ser un acto de dignificación de las víctimas y un proceso político para la transformación de la sociedad colombiana; puesto que, rescata las individualidades y restituye en las víctimas su condición de personas, de seres humanos y no simples “actores” abstractos. De ese modo, el reconocimiento de las víctimas es real y concreto y posibilita así mismo una posible y deseable reparación que es igualmente real y concreta y no un simple formalismo de la política de Estado”. (Ver Iconografía de la Memoria – informe)

En la página 93 del informe final de investigación, se relacionan los elementos simbólicos que guiaron el proceso de construcción de la Iconografía.

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Para observar completa la serie de 64 carteles que hacen parte de la Iconografía de la Memoria, ingrese a 1ra Serie de carteles Iconografía de la Memoria