Montes de María y Catatumbo dicen Somos Tierra

 

Foto: Francisco Bustamante

Lo primero que llama la atención cuando uno entra a la Universidad del Rosario donde se exhibe Somos tierra es una canoa de madera rústica. Ese listón fue construido por un boga que durante muchos años navegó por el río La Gabarra y en sus múltiples viajes ayudó a sacar de la corriente cuerpos que flotaban sin vida, a veces incluso, de gente conocida. La canoa, un armario, una virgen, un acuario,  son objetos que han cobrado un nuevo significado, después de que Francisco Bustamante, defensor de derechos humanos vinculado a la Asociación Minga les propusiera a comunidades de Catatumbo y Montes de María que trabajaran con ellos como vehículos de memoria y de expresión artística.

“Sacamos un pilón destruido por las secuelas de la violencia de la Cooperativa Agraria, ubicada en Las Palmas. Las tamboras fueron hechas por los fabricantes de instrumentos musicales en Ovejas, familiares de la masacre de Chengue. No se trata de objetos personales sino de una conjunción de objetos con artesanía, música, textos, imágenes y símbolos que evocan la cultura y el territorio.

A partir de objetos de la vida cotidiana de víctimas y desplazados Francisco Bustamante logró construir con las comunidades verdaderas obras de arte que se exhiben en la Universidad del Rosario de Bogotá.

“El territorio es el objetivo. Unos lo toman por la fuerza con interés económico y otros lo defienden, resistiendo con su vida y su cultura. Somos Tierra significa que seguimos ahí, aferrados a la memoria y a una lucha que no se ha perdido todavía” explica Bustamante, y agrega: “queremos hacer una reflexión sobre el poder, la paz y la memoria con medios de comunicación, académicos y estudiantes. También queremos profundizar sobre los cambios culturales que ha hecho la guerra.”

Yaneth García Infante, líder de la Asociación de Memoria y Dignidad de las Víctimas del Catatumbo dijo: “nos reconforta como víctimas que la memoria de nuestros familiares, de nuestra región y de todo lo que teníamos no está en el olvido totalmente y que no estamos tan abandonados”.

La galería no tiene un autor en particular pues es un trabajo colectivo. “En los talleres que hicimos con ellos hubo un extenso trabajo de campo con videos y fotografías, y se recolectó gran cantidad de información”. La coca, el despojo de la tierra, los megaproyectos, el desplazamiento, el abandono y la tristeza fueron algunas de las problemáticas más recurrentes en los diálogos con las comunidades.

La Galería es parte de un proyecto financiado a la Asociación Minga, la Fundación Manuel Cepeda y la Agenda Caribe, por parte de United States Institute of Peace y Lutheran World Relief, quienes han apoyado procesos de reconstrucción de la memoria en Colombia. Somos Tierra tuvo como antecedente la galería de la memoria Recuérdame, realizada con las comunidades de Putumayo y San Onofre.  Esta tuvo una gira de tres años por diferentes ciudades de los Estados Unidos y finalizó con una exposición en el Congreso en Washington en septiembre de 2011.

Después de la actual exposición en la Universidad del Rosario, Somos Tierra se instalará en Cúcuta y luego en Cartagena, pero tendrá un fugaz retorno a Bogotá el próximo 9 de abril, día nacional de las víctimas.

Desde el 20 de marzo y hasta el 4 de abril está abierta al público en la Universidad del Rosario de Bogotá (Calle 14 Nº 6 – 25). Para ingresar es necesario inscribirse en www.urosario.edu.co

¿Qué dicen las imágenes?

Francisco Bustamante explicó en detalle cómo se realizaron algunas de las composiciones que hacen parte de la galería Somos Tierra y compartió algunos de los textos que las acompañan.

Pa’ las que sea: (foto 1) Cuando fuimos a Montes de María nos encontramos con una presencia muy fuerte de los paisas. Éstos se apoderaron de la vida a través de los grupos paramilitares que ayudaron a financiar, y del territorio porque están comprando las fincas. Se utiliza los sombreros aguadeños como representación de los paisas y los sombreros voltiados como representación de los costeños. En la puesta en escena los aguadeños se comen los voltiados y se conjuga con una fotografía que encontramos en san Jacinto, Bolívar, en una tienda del parque central, que representa lo que nosotros estamos tratando de decir. Allí aparece la propaganda del aguardiente antioqueño y un sanjacintero cargando una silleta de flores, cosa que jamás encontraremos en la realidad. Este sincretismo representa la dominación cultural que se ha presentando allí.

Aquí está mi corazón: (foto 2) Este es un trabajo para que la gente se siente y abra los cajones. Y al abrirlos se van a encontrar con un muro de panela, semillas y objetos. Cada vez que se abre un cajón se dispara un dispositivo y una persona habla de su vida. Se abre otro cajón y se escucha otro testimonio.

El río de las tumbas: (foto 3)Allí, entre las matas de cieno, se amontonan los fragmentos, las pequeñas cosas que permiten nombrarlos, que permiten dibujar los trazos de un mapa de memoria que conduce a la ruta señalada por una arqueología de muerte (…) Se han desaparecido con los peces, en un jardín profundo y maniatado; se han desintegrado entre los dedos inermes, como el agua vestida de nostalgias. Es como una película que se repite siempre, en el teatro de las aguamarinas, con telones de fondo y cascos de barcos sumergidos. Lo que estuvo teñido de rojo hoy se congela en los acuarios…”

La Virgen de El Tarra: (foto 4) “Los paramilitares mandaron traer una virgen de por allá no sé que parte y la colocaron en el parque. Cuando eso estaba de comandante alias “El tigre”, él ordenó colocarla ahí. Cuando empezó la desmovilización terminando el 2004, un día amaneció la virgen sin cabeza. Luego hubo la remodelación del parque y se llevaron la virgen de los paracos”. (Memoria: puerta a la esperanza. Violencia sociopolítica en Tibú y El Tarra. Región del Catatumbo. 1998-2005. Cisca, Asociación Minga y Progresar).

Tres nidos: (foto 5) Está compuesto por nidos que usan para las gallinas y no se las coman los zorros. Un pilón que tiene una profunda huella de la violencia y una artesa para amasar. Esta imagen habla de sus casas, de sus sitios de protección que fueron violentados. Se alcanzan a ver unos tridentes como una forma que han encontrado para protegerse.

/ Reina Lucía Valencia V.